Áreas de enfoque

Desde la Fundación Moiras concebimos la memoria como un acto de resistencia y un camino hacia la construcción de la paz con enfoque de género. Esto se ha realizado a partir de la creación de piezas textiles con un abordaje psicosocial que articula la expresión artística y la realización de círculos de cuidado como una forma de tejer la memoria y sanar las heridas. Es la línea de trabajo en la que más se ha generado impacto a través de los procesos de formación y los dispositivos artísticos para la memoria que se han consolidado, generando transformaciones significativas en la comprensión que las mujeres y las niñas hacen de sí mismas como cuidadoras de la memoria y como cocreadoras de otras formas de cuidar la vida en el territorio  

Desde esta línea nuestro proyecto CÍRCULOS DE SORORIDAD (2018 – actualmente), apoyado por el Fondo Lunaria Mujer, se desarrolla en el corregimiento de Juan Frío en Villa del Rosario, reconocido por ser uno de los epicentros de la desaparición forzada en la frontera y territorio reconocido como “sujeto de reparación colectiva”, por las dimensiones que el conflicto armado alcanzó. 

En el 2020 se realizó un podcast que narra las experiencias más significativas del proceso, este es un trabajo periodístico de El Espectador   

Asimismo, se desarrolla el proyecto MEMORIAS TEXTILES DESDE LA FRONTERA, ganador de la beca de Estímulos del Ministerio de Cultura en la categoría de Poblaciones 2021. El proyecto se realiza con 30 mujeres migrantes del asentamiento humano Alfonso Gómez de la Ciudad de Cúcuta y tiene como propósito reconstruir memorias migrantes desde el arte textil. 

También en esta línea se desarrolló en 2021 el proyecto MUJERES CUIDADORAS, SALVAGUARDAS Y RESISTENCIAS TEXTILES, que tuvo como propósito fortalecer capacidades para la prevención de VBG, autocuidado y prevención de COVID 19 de mujeres en Villa del Rosario; el proyecto fue apoyado por el programa de Gobernabilidad Regional de USAID.

En 2021 se inicia el proyecto Juventudes Tejiendo Redes que, en alianza con UNICEF, se centró en desarrollar un proceso formativo y acompañamiento de acciones de incidencia para la prevención de 90 adolescentes y jóvenes en sus comunidades, así como el fortalecimiento de 6 entornos protectores que permitirán darle continuidad a las acciones comunitarias.     

Los monumentos, murales, instalaciones artísticas, entre otros, se constituyen en formas de expresión simbólica de la identidad de los pueblos convirtiéndose en patrimonio inmaterial y puntos de referencia en las ciudades, como una parte de la narrativa que evoca el recuerdo y propicia la memoria colectiva.  

Para la Fundación Moiras las instalaciones artísticas se han constituido en una forma de reivindicar y apropiar el espacio público a través del tejido, como acto de resistencia frente a la violencia de género, como parte de la memoria de las víctimas del conflicto armado, o como defensa de la vida y los derechos de todas y todos. La estrategia ha permitido visibilizar el tejido en la ciudad como apuesta artística a la vez que convoca a las personas a interesarse más por esta práctica y aplicar sus saberes en la calle para intervenir la ciudad.  

Llevar el arte a las calles implica mantener viva la memoria en lo cotidiano y reinterpretar el arte, más allá de los museos o escenarios de lo culto poniéndolo al alcance de la comunidad en general, en este sentido, el mismo tejido como arte que ha dejado de transmitirse de generación en generación, recobra vigencia entre las nuevas generaciones como forma viva de tradición que se ofrece como medio para la expresión de las posturas políticas que promueven los derechos y participación de las mujeres en la esfera pública.